Como padres primerizos, os vais a encontrar con un mundo de imágenes, olores, fluidos corporales y preguntas relacionadas con la salud que nunca pensasteis que os plantearíais. Una de esas áreas en las que te encontrarás pensando más a menudo de lo que imaginabas es la de los oídos de tu hijo. Los olores de los oídos del bebé pueden parecer inocentes, pero ¿cuándo son un indicio de algo más grave?
Los oídos de un bebé pueden oler a causa de infecciones por hongos, infecciones bacterianas, otitis externa, derrames de leche, costra láctea y otras enfermedades. También puede tratarse simplemente de cera acumulada en el interior del oído. Es importante prestar atención a la naturaleza exacta y al origen del olor para determinar si necesitas consultar al pediatra o simplemente lavarle los oídos con más detenimiento.
Sigue leyendo para saber más sobre los diferentes olores de oídos de los bebés, cómo identificar una posible infección y cómo limpiar y cuidar mejor los oídos de tu bebé.
¿Por qué huelen los oídos del bebé?
Como padre preocupado, probablemente empieces a preocuparte cuando algo parece raro en tu bebé, y los olores extraños entran definitivamente en esa categoría. Aunque nuestra mente suele pensar en el peor de los casos, suele haber una explicación razonable para los malos olores, incluso en los oídos de tu bebé.
En la mayoría de los casos, estos problemas pueden resolverse con bastante facilidad y rapidez, pero pueden requerir una visita al pediatra.
Un olor desagradable o inesperado que sale del oído de tu bebé puede ser un signo de infección o de acumulación de cera, pero, dependiendo del pequeño, podría indicar que hay algo más. Presta especial atención al tipo de olor que notas: ¿es pescado, vómito, cera, queso, leche agria, dulce o caca? Diferentes olores pueden indicar cosas diferentes. Veamos algunas de esas variables a continuación.
Pescado
Un olor a pescado puede indicar una infección de oído de origen fúngico o bacteriano. También puede indicar la presencia de mugre acumulada detrás de las orejas, dentro de los pliegues internos de las orejas o en los pliegues del cuello.
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Comprueba alrededor de las orejas si hay zonas de piel de aspecto sospechoso que deban limpiarse y comprueba si hay otros signos de infección. En caso de duda, programa una visita al médico.
Vómito
Si los oídos de tu hijo huelen a vómito, es posible que simplemente se haya metido un poco de vómito en el oído. Sin embargo, unos oídos que huelen de forma inquietante a vómito también podrían indicar una infección de oído.
Algunos padres han descrito las infecciones de oído de sus hijos como un olor a vómito, así que si el olor es muy fuerte y no es habitual en tu hijo, ponte en contacto con su pediatra para que te aconseje.
¿Las axilas del bebé apestan? ¡Huele a queso, cebolla y más!Cera
La cera es una parte naturalmente protectora de los oídos de tu hijo que ayuda a mantener fuera la suciedad y las bacterias. Pero si el cerumen es problemático o causa algún tipo de molestia, el médico de tu hijo suele recetar unas gotas especiales para los oídos o ayudarte a limpiarlos allí mismo, en la consulta.
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Aunque el cerumen no suele tener un olor fuerte, un aumento repentino de cera podría indicar una infección o un caso de «oído de nadador». La otitis externa se produce cuando el agua queda atrapada dentro del oído y suele tratarse con gotas para los oídos recetadas.
Queso
Los oídos que huelen a queso apuntan probablemente a la presencia de una infección de oído. Comprueba primero detrás de las orejas de tu hijo y alrededor de los pliegues del cuello para asegurarte de que el olor no procede de una acumulación de suciedad y aceite en su piel.
Si el olor persiste después de un baño y una limpieza a fondo de esas zonas, puede ser el momento de visitar al pediatra de tu hijo.
Leche agria
Un olor que recuerda al de la leche estropeada es también un fuerte indicador de una infección de oído. Si crees que éste puede ser el caso, asegúrate de contactar con el médico de tu bebé.
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También es posible que tu pequeño esté sufriendo simplemente los efectos de que la leche materna o la de fórmula le gotee en los oídos durante las tomas. Si no ves ningún otro signo de infección de oído, comprueba detrás de sus orejas y en los pliegues de los lóbulos para ver si encuentras algún resto de su desayuno.
Consulta la sección más abajo en este artículo sobre la mejor manera de limpiar los oídos de tu bebé.
Dulce
Los oídos de los bebés que huelen a dulce no suelen ser motivo de preocupación, pero en ocasiones pueden indicar un trastorno muy raro conocido como «enfermedad de la orina de jarabe de arce», en el que una acumulación de aminoácidos en el cuerpo provoca fluidos corporales de olor dulce.
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Antes de que te asustes, debes saber que este trastorno es extremadamente raro y que suele detectarse pronto con un examen genético. Ese olor dulce que notas se debe probablemente a algo que han comido o se han metido, pero en caso de duda, ¡pregúntale a un médico!
Caca
¿Los oídos de tu hijo huelen extrañamente a caca? No te asustes: lo más probable es que se deba a una acumulación de cerumen viejo, a una mala higiene detrás de las orejas o posiblemente a una infección. Si ves que de los oídos de tu hijo sale una cantidad inusualmente grande de cera, costras u otra secreción, lo más probable es que ésta sea la causa del olor.
Tendrás que comprobar si hay otros signos de infección y seguir el tratamiento si es necesario.
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Si el interior de los oídos parece limpio, lo más probable es que proceda de la parte posterior de los oídos. Un lavado y secado más frecuente de la zona de detrás de las orejas debería resolver este problema.
¿Cómo sabes si tu bebé tiene una infección de oído?
Las infecciones de oído suelen venir acompañadas de otros síntomas además de su olor característico, así que estate atento a estos signos reveladores:
- Fiebre de 38 °C o superior
- Costra o secreción del oído
- Mayor enrojecimiento o dolor de oído
- Comportamiento irritable o inquieto
- Llanto inexplicable
- Tirones excesivos de la oreja
- Problemas para dormir
- Problemas de audición
- Pérdida de equilibrio
- Pérdida de interés por comer o beber
En caso de duda, siempre es buena idea ponerse en contacto con el pediatra de tu hijo.
¿A qué huele una infección de oído?
Las bacterias y las levaduras desprenden sus propios olores desagradables. Normalmente, una infección de oído irá acompañada de un olor agrio, a pescado o a humedad. Tú eres quien mejor conoce a tu hijo, así que si algún olor parece aparecer de repente o huele fuera de lo normal, una visita al pediatra nunca está de más.
¿Cómo se trata una infección de oído?
Si tu pequeño tiene una infección de oído, puede necesitar antibióticos para eliminarla. Como los antibióticos pueden tener efectos secundarios y a menudo se utilizan en exceso, tu médico puede decidir si son necesarios o no en el caso concreto de tu hijo.
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Muchas veces, las infecciones de oído pueden tratarse con remedios caseros, como el uso de compresas calientes, la administración de más líquidos y, posiblemente, medicamentos antifebriles de venta libre. También pueden administrarse gotas antibióticas en lugar de antibióticos orales.
Recuerda que es normal que la mayoría de los niños pequeños sufran al menos una infección de oído antes de los 5 años.
Sin embargo, los niños que padecen infecciones frecuentes o experimentan pérdida de audición a causa de sus infecciones pueden ser candidatos a recibir tubos de oído. Estos pequeños tubos ayudan a prevenir nuevas infecciones al favorecer un mejor drenaje de los oídos.
¿Por qué huele detrás de los oídos de mi bebé?
¿El olor de los oídos de tu hijo procede de detrás y no de dentro de los oídos? Lo más probable es que se deba a un ligero crecimiento excesivo de levadura en la zona de detrás de las orejas. También puede ser una simple acumulación de suciedad y mugre. Una higiene adecuada debería eliminar rápidamente este olor.
¿Los bebés pueden tener costra láctea detrás de las orejas?
A pesar del nombre, la costra láctea es en realidad un nombre común para un tipo específico de dermatitis. La costra láctea (oficialmente llamada dermatitis seborreica) es una afección común de la piel del bebé causada por una producción excesiva de grasa y un determinado tipo de levadura.
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En algunos bebés, la costra láctea puede extenderse más allá del cuero cabelludo e incluir la zona de detrás de las orejas, la nuca y otras zonas donde se pliega la piel. Trata estas zonas igual que tratarías un caso de costra láctea en el cuero cabelludo de tu hijo. Los remedios caseros incluyen aceite de oliva, aceite de coco o vaselina.
¿Por qué huele mal la cabeza de mi bebé? Tratamiento de la costra lácteaTambién puede ayudar lavar las zonas afectadas a diario con un champú suave para bebés. Si la piel de tu hijo está especialmente irritada, tiene costras, duele o parece infectada, ponte en contacto con su pediatra. Puede recetarte una crema antimicótica o una crema con esteroides para ayudar a combatirla.
Cómo limpiar los oídos malolientes de tu bebé
Los oídos de tu bebé deben limpiarse a fondo a diario o cada vez que se bañe. Cuando los oídos de tu hijo sean especialmente problemáticos, puedes limpiarlos brevemente también entre los baños con una toallita húmeda. Normalmente, basta con agua, o puedes utilizar una pequeña cantidad de jabón o champú suave para bebés.
Intenta encontrar productos naturales u orgánicos y sin productos químicos, si es posible. No introduzcas nada en los oídos de tu hijo.
Uno de mis jabones para bebés favoritos es el de Weleda. Tiene una gran lista de ingredientes, tiene un agradable aroma «sin fragancia» y parece que dura una eternidad. Puedes consultarlo aquí junto con todas las magníficas opiniones de otros padres como tú.
Para limpiar detrás de las orejas de tu bebé:
- Lava bien la piel con un champú suave para bebés o un jabón corporal y aclara bien.
- Si las orejas de tu pequeño son propensas a formar costras, puedes mejorar su limpieza frotando suavemente con una toallita suave.
- Asegúrate de secar bien también detrás de las orejas al terminar el baño.
Para limpiar el exterior de las orejas de tu bebé:
- Aplica un poco de jabón o champú en una toallita o bola de algodón.
- Utiliza el paño o la bola de algodón para repasar suavemente los pliegues y las aletas del oído externo.
- Puedes utilizar un bastoncillo de algodón para limpiar mejor el interior de las hendiduras y pliegues del oído externo, pero NO introduzcas nada en el canal auditivo propiamente dicho.
- Aclara bien y seca suavemente para evitar que se formen costras o acumulaciones.
¿Debes limpiar el interior de los oídos de tu bebé?
Esta pregunta puede parecer obvia, pero muchos padres son cautelosos a la hora de limpiar el interior de los oídos de su bebé porque son muy pequeños y no quieren que entre agua en el canal.
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Aunque tu primer instinto sea coger un bastoncillo de algodón e ir al grano, la mayoría de los médicos recomiendan no utilizar una herramienta tan invasiva en los oídos de tu hijo. El uso de un bastoncillo de algodón puede empujar la suciedad y la cera del oído hacia el interior del canal auditivo, aumentando el riesgo de infección.
Tampoco utilices el dedo para intentar sacar la cera o la suciedad del oído de tu hijo. Introducir cualquier objeto extraño en el oído también puede causar graves daños en el tímpano o en el conducto auditivo.
Además, el cerumen es en realidad beneficioso para el oído y en la mayoría de los casos no debe quitarse. Así que, a pesar de la tentación de quitarlo, generalmente se recomienda dejar el cerumen en paz.
Si sigues pensando que tu pequeño tiene un exceso de cera en los oídos, puedes probar a ablandar la cera con unas gotas de aceite de bebé o peróxido de hidrógeno antes de intentar eliminarla.
Una vez que la cera se haya ablandado con éxito (normalmente después de uno o dos días), puedes rociar agua tibia en el oído mientras dejas que se incline hacia abajo para que drene. Sécate bien para evitar una infección y asegúrate de consultar a un médico si tienes alguna duda o preocupación.
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El pediatra de tu hijo sabe cómo eliminar el cerumen especialmente persistente en su consulta. También suele saber de un vistazo si la cantidad de cera es un problema o no. Pero, en general, no es necesario eliminar el cerumen a menos que cause dolor o pérdida de audición.
Recuerda que si tienes alguna duda o preocupación sobre los oídos de tu hijo, sobre todo si sospechas la presencia de una infección, ponte en contacto con su médico.
¡Vaya, nunca pensé que los oídos de los bebés pudieran oler a queso y leche agria! ¡Qué curioso!
¡Vaya, eso suena bastante desagradable! No puedo decir que haya experimentado algo similar con los bebés que conozco. Tal vez deberías consultar a un médico para descartar cualquier problema de salud.
¡Qué asco! Nunca me imaginé que los oídos de los bebés pudieran oler a queso y leche agria. ¿Alguien más se sorprendió?
Pues, sí, a veces las cosas nos sorprenden. Pero no te preocupes, los bebés no huelen a queso y leche agria. Tal vez haya algún malentendido. ¡Tranquilo/a y disfruta de los dulces olores de la infancia!