¿Cómo pasear a un perro con un niño pequeño? Consejos y accesorios

Si tienes un perro y un niño pequeño, es inevitable que te preguntes cuál es la mejor manera de pasear a un perro con un niño pequeño. ¿Pero cómo debes hacerlo?

Esta madre ha salido con su hijo pequeño y el perro a dar un paseo por el bosque. Parece que se divierten.

Hay tres opciones para pasear a tu perro con un niño pequeño: en un cochecito, en un transportín (preferiblemente tipo mochila), o que tu hijo pueda pasear contigo. La opción que elijas depende de la edad de tu hijo, del temperamento de tu perro y de tus preferencias.

Veamos con más detalle tus tres opciones. Veremos las características específicas de un par de cochecitos y portabebés, y te daremos algunos consejos y trucos para cuando tengas un niño pequeño que quiera caminar a tu lado o agarrarse a la correa.

Opción 1 – Poner a tu hijo pequeño en un cochecito

En mi opinión, es conveniente que cualquier niño menor de dos años vaya en un cochecito cuando lleves al perro a su paseo diario. Aunque hayan empezado a caminar, probablemente todavía sean bastante inestables de pie y pasarás más tiempo ayudándoles a levantarse que caminando realmente. Por lo tanto, sería una molestia mayor que colocarlos en el cochecito y pasear al perro como hacías cuando eran bebés.

Mi familia da muchos paseos largos juntos, y definitivamente preferimos tener a nuestro hijo de 18 meses seguro en un cochecito para poder llegar a caminar sin tener que preocuparnos por él.

Le encanta ver el vecindario y puede mirar hacia donde quiera en el cochecito. Es una decisión de los padres el tiempo que se debe utilizar un cochecito para su hijo pequeño, pero se sugiere empezar la transición fuera del cochecito a partir de los tres años.

Los niños necesitan hacer ejercicio y fortalecer los músculos de las piernas y trabajar su coordinación. A los tres años, son bastante estables de pie y pueden caminar muy bien si te llevan de la mano.

¿Qué cochecito es mejor para pasear a un perro con un niño pequeño?

Mientras sigas las restricciones de peso, puedes utilizar cualquier silla de paseo que desees. Es lo que mejor se adapte a ti, a tu hijo pequeño, a tu estilo de vida y a tu presupuesto. Ahora que tu bebé ha crecido un poco, puedes alejarlo de los cochecitos más voluminosos que llevan asientos de coche y pasarlo al estilo «cochecito de paraguas», más ligero y cómodo.

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Por suerte para los padres, estos cochecitos también son bastante más baratos que los grandes cochecitos para bebés. Puedes comprar un cochecito de paraguas por un precio muy bajo, y esa opción está totalmente bien. Aun así, yo personalmente odio ir a por los ultra baratos porque suelen acabar deshaciéndose antes de que terminemos de usarlos.

Lo ideal es encontrar algo que dure más de lo que necesitamos para poder venderlo, utilizarlo para otro bebé o incluso regalarlo cuando hayamos terminado.

De todos modos, puedes encontrar un cochecito de paraguas muy barato en Amazon que hará el trabajo y probablemente durará lo suficiente para que lo use otro niño. Nosotros ya hemos utilizado algo como esto (que tiene una valoración de 4,5 estrellas con casi 4.000 opiniones).

Opción 2 – Poner a un niño pequeño en un portabebés

Muchos padres prefieren utilizar un portabebés para su hijo pequeño cuando pasea al perro, si todavía es un poco más pequeño y ligero. Esto deja una mano completamente libre, en lugar de tener cero manos libres. Una mano sujetará la correa y manejará al perro, mientras que la otra queda libre para calmar al niño o señalarle cosas mientras paseáis.

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Puedes utilizar un portabebés desde el nacimiento hasta aproximadamente los dos o tres años, según el peso de tu hijo. Después de haber llevado a tres niños de este modo hasta ahora, puedo dar fe personalmente de que más ligero es mejor, sobre todo en los paseos largos.

Eso sí, ten en cuenta tus capacidades o limitaciones físicas a la hora de llevar a tu hijo durante un paseo, porque una vez que te pongas en marcha, las cosas serán mucho más difíciles si lo pasas mal.

Hablando de limitaciones, no olvides que tu perro también será un factor importante cuando tengas a tu hijo pequeño atado a la espalda o al pecho.

Los perros grandes, o incluso los perros pequeños que se portan mal, pueden hacer que pierdas el equilibrio y te caigas mientras caminas. Con el peso extra, tu equilibrio podría no ser tan bueno como normalmente, así que asegúrate de que tu perro está preparado para caminar obedientemente (o que es lo suficientemente pequeño para que puedas manejarlo fácilmente).

¿Qué transportador es mejor para pasear a un perro con un niño pequeño?

Si aún no tienes un portabebés que hayas utilizado para tu pequeño cuando era un bebé, te aconsejo que cojas una mochila más tradicional o un portabebés de tipo mochila frontal, en lugar de un portabebés de tipo envolvente.

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No me malinterpretes, los fulares son fantásticos, y los hemos utilizado muchas veces, pero los bebés mayores no van tan bien en ellos como los bebés. Con un niño pequeño, querrás buscar algo que tenga correas anchas y cómodas y opciones de transporte flexibles. Personalmente, siempre he preferido llevar al bebé a la espalda. A mi mujer, en cambio, le gustaba llevar a nuestros bebés delante.

Hazte un favor y elige uno que sirva para ambas cosas. También tendrás que prestar atención a las limitaciones de tamaño y peso, porque un niño de dos años probablemente pesa cerca de 9 kilos a estas alturas.

Dicho todo esto, yo personalmente recomendaría algo como esto para sacar a pasear al perro. Es muy asequible en comparación con otras marcas más sofisticadas, pero tiene muy buenas críticas. Además, puede funcionar con niños pequeños de hasta 12 kilos, te permite llevar a tu bebé de cuatro formas diferentes y también incluye unos prácticos bolsillos.

Opción 3 – Dejar que tu hijo pequeño camine contigo

Como padre, creo que un niño de uno o dos años debe ir en una silla de paseo o en un portabebés, en general. Sus piernas no son lo suficientemente estables o fuertes como para caminar contigo durante largas distancias y probablemente acabarás pasando más tiempo persiguiendo a tu hijo que paseando al perro.

Sin embargo, si tu hijo pequeño tiene entre 3 y 5 años, creo que es muy factible, siempre que tu perro sea obediente y esté tranquilo. De lo contrario, vas a tener las manos muy ocupadas. Haz una evaluación honesta de tu perro y de lo fácil que es pasearlo en circunstancias normales.

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Si tienes un perro pequeño que es muy obediente, es probable que estés en condiciones de tantear el terreno dejando que tu hijo pequeño camine a tu lado. Si tienes un perro enorme, aunque normalmente se comporte muy bien, no olvides que un avistamiento de ardilla mal calculado podría causar un desastre muy rápidamente si tienes a tu hijo pequeño caminando cerca de la correa.

Tu perro podría derribar fácilmente a tu hijo, o la correa podría hacerle tropezar con bastante facilidad.

Creo que una mejor manera de enfocar esta opción es dar un pequeño «paseo» por el patio trasero o hacer un pequeño recorrido por la acera en lugar de comprometerse a una salida larga. De este modo, podrás acostumbrar a todos a cómo funcionan las cosas y podrás aumentar la distancia con el tiempo. Una vez que hayas hecho el trayecto corto, mete a tu hijo en el portabebés o en el cochecito y ¡a dar pasos!

Por supuesto, tal vez haya otra manera…

¿Debes usar una correa para niños?

¿Es una posible solución ponerle una correa a tu hijo pequeño? ¿Utilizar dos correas distintas facilitaría o dificultaría el paseo del perro? No sé la respuesta a estas preguntas porque, francamente, nunca he utilizado una correa con mis hijos. Sin embargo, sé que estas cosas existen, así que pensé en mencionarlo.

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Algunas personas consideran que es casi cruel ponerle una correa a un niño. Sin embargo, si no las has visto nunca, debes saber que son totalmente diferentes de las correas de perro normales: para empezar, no van alrededor del cuello.

La correa para niños va alrededor de la muñeca del niño, por lo que no hay nada de crueldad en ello, PERO puedes tener la sensación de que estás tratando a tu hijo como un animal o una mascota. Algunos padres también creen que podrías empezar a aflojar y no prestar tanta atención a tu hijo como deberías si no lo tuvieras atado con una correa.

Otros padres con los que he hablado juran por una correa para niños. El niño puede caminar libremente, más a su ritmo y es más fácil evitar que se aleje.

Este método puede hacer que tu hijo esté más seguro, argumentan, que dejarlo caminar libremente. No pueden salir a la calle y potencialmente hacerse daño. Los niños necesitan el ejercicio y ayuda a mantenerlos cerca para aquellos padres que no podemos perseguir físicamente a un niño pequeño.

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De todos modos, estas cosas son súper baratas, así que puede merecer la pena echarles un vistazo sólo por la novedad. ¡Diviértete paseando al niño!

¿Qué edad debe tener un niño para pasear a un perro?

La mayoría de los padres dicen que, siempre que el perro esté bien entrenado, tranquilo y se comporte bien, un niño puede empezar a pasear al perro entre los 8 y los 10 años, así que definitivamente no deberías permitir que tu hijo pequeño tome las riendas todavía.

Si tiene menos de ocho años, tendrás que ayudarle a sujetar la correa, enseñarle las órdenes del perro y asegurarte de que todos están seguros durante el paseo.

Si crees que tu hijo va a querer pasear al perro, o si va a ser una de sus tareas cuando crezca, empieza a enseñarle a pasear al perro alrededor de los cinco años. También puedes practicar de forma segura en el patio trasero sin tener que preocuparte de que alguien se escape o se haga daño.

¿Cómo enseño a mi hijo pequeño a ser amable con el perro?

Como padre que tiene perros, empecé a enseñarles a ser suaves cuando empezaron a gatear. Van a ver al perro tumbado en el suelo o en su cama para perros durmiendo la siesta, y se van a dirigir directamente al perro. Guía la mano del niño hacia el perro y enséñale a «acariciar» al perro amablemente. Mientras guías su mano por la cabeza o la espalda del perro, asegúrate de que le dices que sea amable y gentil.

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Si repites esto a diario desde que el niño tiene entre 6 y 8 meses, tendrás un niño extremadamente amable y gentil con todos los animales. Como padres, nuestro trabajo es enseñarles a hacer las cosas que necesitan para ser adultos responsables. Esto incluye a nuestros amigos peludos, así como a otros miembros de la familia, amigos y extraños.

«Trata a las personas y a los animales como quieres que te traten», debería ser lo primero que aprendieran los niños desde muy pequeños.

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